El crecimiento generó nuevas necesidades. Como respuesta surgieron especialistas en diferentes oficios. Ciertos inmigrantes se caracterizaban por ser diestros en tareas específicas. Por ejemplo, tenían fama los constructores italianos y los hojalateros centroeuropeos.
Los patrones extranjeros buscaban ocupar trabajadores de su mismo origen por lo que las nacionalidades importaban mucho.
En la década de 1920, para defender sus derechos, nuestros obreros se agruparon en el Sindicato de Oficios Varios. La parte empresaria se organizó en el Centro Comercial, Industrial y de la Propiedad.
Desde 1920 ya se contó con la Sociedad Rural que se fundó para defensa de los intereses de los colonos y difundir además entre ellos modernas prácticas de trabajo en el campo.
Con diversos objetos se muestra con qué se trabajaba abnegadamente en otras décadas: modistas, sastres, peluqueros, colchoneros, hieleros, sombrereros, obreros gráficos se rescatan para valorar el aporte de sus habilidades a la sociedad sanfrancisqueña.